Abellamoura
La firma apícola pontesa, que se dedica a la producción de miel cruda y ecológica desde hace cinco años, se lanza a un mercado incipiente en España que ya está asentado en otros países.
Entró en el mundo de la apicultura por casualidad hace cinco años, cuando su familia dejó las colmenas que tenían en O Freixo, en As Pontes, pero en una apuesta de futuro se acaba de lanzar a un mercado incipiente en España que ya está asentado en otros países: la fabricación de ecoenvoltorios de cera de abeja, que pretenden sustituir al film plástico y al papel de aluminio.
“Mis abuelos y mis padres tenían cuatro o cinco colmenas para hacer miel para la casa y cuando mi padre me dijo que las dejaba empecé a hacer cursos, a investigar un poco y decidí apostar por una apicultura diferente”, dice Rafael Corral, que antes de fundar la firma apícola Abellamoura trabajaba como técnico de laboratorio en la USC en Lugo.
“Hacemos miel cruda, sin ningún tratamiento térmico, y ecológica, lo que garantiza que en los tres kilómetros en los que se mueven las abejas no hay ninguna fuente de contaminación”, explica, y defiende que ni toda la miel es sana ni natural.
“La abeja no es una ganadería al uso. Las ovejas las controlas, las abejas no, pero hay que tener un control de lo que hacen. Ahora se les está dando piensos para comer y eso no se transforma, lo comemos en la miel. Yo tengo las abejas asilvestradas, queremos devolverles su carácter silvestre”, defiende un emprendedor con conciencia ecológica.